ACARÍCIAME EL ALMA

Pintura hiperrealista en pastel, de Germán Aracil.

Ven, que tu mirada encienda el mañana,
que traigan tus ojos la luz del alba.
Ven y abrígame el alma.
Llena mi espacio contigo y tu calma,
calla al silencio que grita en mi almohada.
Acaríciame el alma.

Ven, quédate dentro y ya no te vayas.
Bésame el tiempo que corre y se escapa.
Ven, alíviame el alma.
Que no se despierte la madrugada,
que hoy tengo frío y me haces falta.
Acaríciame el alma.

Ven, que la noche es larga
y el alma no se abriga con las mantas.
Tengo sueños florecidos de nostalgia
y recuerdos que aún sostienen mi esperanza.
Ven, acaríciame el alma.

La noche ha quedado sin lunas plateadas
y mi corazón de pena se apaga.
Ven, enciéndeme el alma.
Llueve tristeza y tu risa lejana.
Quizá has olvidado que yo te esperaba.
Ven y sálvame el alma.

Letra: Lara Hum.
© DNDA 2004
QUÉ SERÍA DE MÍ SIN TI

«Mujer pensativa», aquacrylic sobre lienzo, de Christine Comyn.

¿Qué sería de mí sin ti, amor?
De mí sin ti, ¿qué sería?
Sería una triste sombra
andando con pena y sin glorias.
Iría en la vida perdida
tratando de hallar mi sonrisa.

¿Qué sería de mi corazón sin ti?
De mi corazón, ¿qué sería?
Sería una voz que te nombra
hecha de silencios que ahogan.
Sería un tiempo sin horas,
una eternidad que devora.

¿Qué sería de mí sin tu sol,
sin tus manos brindando calor?
¿Qué sería de mí sin tu paz,
sin el beso que das al mirar?
Sería un puerto sin mar,
un alma sin rumbo ni hogar.

¿Qué sería de mí si no estás,
sin tu risa que alegra mi andar?
¿Qué sería de mí si te vas,
si te alejas dejándome atrás?
Sería una estrella sin luz,
mi vida la llevarías tú.

Letra: Lara Hum.
© DNDA 2006