ANGUSTIA PERSUADIDA

«Cuando las almas se recuerdan», pintura de Dorina Costras.

Durante esos pequeños instantes
de tu partida,
he llevado puesto
—como suéter nuevo—
los días de frío y lluvia.
Moría y te amaba aún más
cuando te ibas
porque siempre, siempre volvías
trayéndome cien años de vida
con tu sonrisa.

Has logrado ver quién soy
detrás de mí,
y ese descanso olvidar yo no podría.

Entiendo ahora lo que sentías:
mi ausencia no te pertenecía.
Alegre angustia persuadida,
sin excusas y al alcance de mi vista,
porque tu ausencia tampoco ha sido mía.

En realidad nunca te fuiste.
Nadie se ha ido. Ni nos perdimos.
Bendita ingenuidad
que me transporta a otros sitios.
Esta noche he sido tuya
y no estábamos juntos.
En lugar de ser molestia,
preferimos ser recurso.
Se disipa la bruma y aparece una ruta.

Donde sea que estés, cerca de mí o lejos,
nos volveremos a ver en el tiempo.
Porque respiras mis sueños
y entiendes
el jeroglífico complejo de mi silencio.
Porque eres la base fija
de mi paciencia china.
Porque te amo tanto,
más no sabría.
Amor, mañana estaremos
festejando todavía.

Letra: Lara Hum.
© DNDA 2016
Del libro Mi columpio en la luna.